Todos hemos escuchado sobre el beso negro y para los que no: se le dice beso negro o Analingus al beso que se da en pleno ano y sus alrededores. ¿Porqué se le dice así? Bueno como lo habrán supuesto es bastante obvio: la piel que rodea al ano es más oscura.
Todo lo relacionado con el ano en las relaciones sexuales es considerado malo, sucio y hasta asqueroso. Esto es lógico, ya que por el ano expelemos el excremento, pero socialmente hay más que esto. Los hombres tratan de ignorarlo para que no vayan a ser confundidos con homosexuales y las mujeres, porque se pensaría que no es una mujer digna y pura. Los homosexuales realizan el coito por el ano y entre las lesbianas se utiliza mucho las caricias con la lengua sobre los genitales y en muchos casos sobre el ano. La verdad es que el ano tiene una gran sensibilidad y si experimentáramos un poco más en esa zona, encontraríamos mucho placer, olvidándonos de escrúpulos mojigatos.
Consejos
1. Higiene
La limpieza es todavía más importante en el beso negro que en el tradicional sexo oral. Bañarse juntos puede ser una forma de estimularse y a la vez asegurar que la zona está completamente limpia. Tú o tu pareja deberán limpiar el ano con jabón insertando un dedo en el recto, repitiendo esta operación varias veces.
2. Ya preparados
Deja que tu pareja se relaje y se sienta cómoda con tus exploraciones en su trasero antes de que entierres tu lengua en su ano. Masajea la espalda y nalgas, besa y roza la parte anterior de sus muslos. Lame, chupa y mordisquea con cuidado sus nalgas, perineo y la piel alrededor del recto. Lubrica y calienta la zona con tu boca. El recto habitualmente se contrae cuando se estimula y luego se expande. Lame ligeramente o toca con la punta de tu lengua el recto, y espera su respuesta. Después los músculos del esfínter empezarán a relajarse permitiendo una exploración más profunda.
3. Usa tu lengua
La región anal está llena de terminaciones nerviosas perfectamente estimulables con las caricias de tu lengua. Mantén tu boca lubricada. Con la lengua relajada, traza un círculo alrededor del ano, o también endurécela e intenta penetrar con ella ligeramente.
4. Usa tus manos
En algunas posiciones tus manos estarán completamente ocupadas manteniendo sus nalgas abiertas para poder acceder totalmente al ano. Pero si la postura lo permite puedes usar las manos para acariciar algunas de sus otras zonas erógenas.
5. Si no quieres, no saldrá bien.
Como en la mayoría de las prácticas sexuales, pocas cosas hay tan desagradables como hacer algo a fuerza. Si ésta es una práctica que no te gusta no la hagas por dar gusto a tu pareja.
Tampoco te niegues sin haberlo intentado, tal vez te guste y el rechazo sea sólo por temor o vergüenza.
6. No vayas directo al grANO
Es decir, a nadie le gusta que le abras las nalgas y le des un beso negro así como así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario