martes, 25 de noviembre de 2008

HOMBRES LOBO




Hombres-lobo, también conocidos como licántropos, son personajes mitológicos que poseen la habilidad de transformarse en lobo, ya sea por voluntad propia gracias al uso de la magia, o por estar bajo el efecto de una maldición. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena; sin embargo, existe evidencia de que la asociación ya existía entre los antiguos griegos, donde aparece testimoniada en los escritos de Petronio. Este concepto raramente era asociado con el de hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción. Transformaciones similares a la de los hombres lobo son comunes en cuentos de todo el mundo, aunque la mayoría de ellas involucran otras formas animales. Los hombres lobo son tema frecuente de obras modernas de ficción y películas, aunque a los hombres lobo ficticios se les atribuyen otras características distintas de las de aquellos que aparecen en los cuentos folclóricos, sobre todo la vulnerabilidad a las balas de plata.





Orígenes de los hombres lobos










Muchos autores piensan que las leyendas de los hombres lobo y los vampiros pueden haber sido usadas para explicar asesinatos seriales en épocas de oscurantismo. Esta teoría ganó credibilidad gracias a la tendencia de algunos asesinos seriales modernos de caer en prácticas comúnmente asociadas con hombres lobo, como canibalismo, mutilación, y ataques cíclicos. La idea (aunque no la terminología), fue bien explorada en la obra seminal de Sabine Baring-Gould El libro de los Hombres lobos. Una reciente teoría se propuso para explicar los episodios relacionados con hombres lobo en Europa durante los siglos XVIII y XIX. El Ergot, que causa una forma de enfermedad producida por un alimento contaminado, es un hongo que crece en cultivos de centeno durante las temporadas de cosecha luego de inviernos muy fríos. El envenenamiento por Ergot generalmente afecta pueblos enteros o a las partes pobres de los pueblos, dando como resultado alucinaciones y convulsiones (el LSD alucinógeno originariamente derivaba del Ergot). El envenenamiento por Ergot fue propuesto como causa de la creencia individual de que uno es un hombre lobo y de que todo el pueblo crea que vio a uno. Esta teoría, sin embargo, es controversial y no fue ampliamente aceptada.










Algunos investigadores modernos intentaron usar enfermedades como la rabia, la hypertrichosis (crecimiento excesivo del cabello en todo el cuerpo) o la porphyria (un desorden enzimático cuyos síntomas incluyen alucinaciones y paranoia) para explicar las creencias en estas criaturas. La porphyria erythropoietic posee características clínicas que incluyen manos y cara peludas, piel poco saludable, orina rosada, color rojizo en los dientes, y fotosensitividad, que hace que los enfermos solo puedan salir de noche. También hay un desorden mental poco común llamado licantropía, en la cual la persona afectada tiene la creencia ilusoria de que ella o él son, o tienen la capacidad de transformarse en otro animal, pero no necesariamente en un lobo. Los mitos de licantropía sobrenatural pudieron tener sus orígenes que los relatos de las experiencias de las personas que quizás sufrieron este trastorno psicótico. Otros creen que las leyendas de los hombres lobo estuvieron inspiradas en parte por el chamanismo y los animales totémicos de las culturas primitivas basadas en la naturaleza.





Etimología de la palabra "Werewolf"



La palabra Werewolf ("hombre lobo" en inglés) deriva probablemente del Antiguo Inglés wer (o were) y de Wulf. La primera parte, wer, se traduce como 'hombre' (en el sentido de hombre masculino, no de raza o humanidad). Tiene palabras de la misma familia en varios dialectos alemanes, incluyendo el gótico wair, el antiguo alemán alto wer, y el antiguo nórdico verr, así como en otros idiomas indoeuropeos, como el latín vir, el irlandés fear, el lituano vyras, y el galés gwr, que tiene el mismo significado. La segunda parte, wulf, es el antepasado de la palabra del inglés moderno 'wolf'; en algunos casos también tuvo el significado general de 'bestia'. Una etimología alternativa deriva de la primera parte desde el Antiguo Inglés weri (to wear); la forma completa en este caso sería glosada como wearer of Wolf skin (usuario de piel de lobo). Relacionado con esta interpretación está el antiguo nórdico ulfhednar, que denota equivalentes lupinos del berseker, aquel que usaba piel de oso en batalla. Otras fuentes derivan la palabra de warg-wolf, donde warg (más tarde werg o wero) está emparentada con el antiguo nórdico vargr, que significa 'granuja' 'forajido' o, eufemísticamente, 'lobo'. Un vargulf era el tipo de lobo que mataba varios miembros de un rebaño pero comía poco de lo que mataba. Esto era un grave problema para los pastores, quienes tenían que destruir de alguna manera la plaga de lobos antes de que destruyera el rebaño entero. Los pastores a menudo colgaban la piel del lobo en la habitación de un niño, creyendo que le daría al bebé poderes sobrenaturales. El término warg fue usado en el Antiguo Inglés para este tipo de lobo y para lo que hoy sería calificado como asesino serial. Posiblemente relacionado está el hecho de que, en la sociedad escandinava, un forajido (que podía ser asesinado sin repercusiones legales y no podía recibir ayuda) era llamado generalmente vargr, o 'wolf' (lobo).










Literatura clásica




En la mitología griega, la historia de Lycaon da uno de los ejemplos más antiguos de la leyenda sobre hombres lobo. Según una de las versiones, Lycaon había sido transformado en un lobo como resultado de la ingesta de carne humana; uno de los que estaban presentes en el sacrificio periódico en el Monte Lycaeon parece haber sufrido la misma suerte. Herodoto en sus Historias nos cuenta que los Neuri, una tribu que él ubica al noreste de Scythia, se transformaban durante unos días al año, y Virgilio conoce con familiaridad la transformación de los seres humanos en lobos.



Hombres Lobos y la Literatura





El estudioso romano Plinio el Viejo, citando a Euanthes, cuenta que un hombre de la familia de Anthius había sido elegido entre muchos para que lo llevaran al lago en Arcadia, donde colgó sus vestimentas en un árbol de cenizas y nadó a través de él, lo que dio como resultado su transformación en lobo, forma que mantuvo durante nueves años. Bajo la condición de que no atacara a ningún ser humano en esos nueve años, sería liberado para que nadara de vuelta y volviera a su forma humana. En la obra latina de prosa, el Satiricón, escrita alrededor del 60 A. de C. por Petronio, uno de los personajes, Niceros, cuenta una historia en un banquete acerca de un amigo que se convierte en lobo. Describe el incidente de la siguiente manera: 'Cuando busqué a mi amigo vi que se había desnudado y apilado sus vestimentas en el borde del camino…orinó en círculo alrededor de sus ropas y entonces, de repente, se convirtió en un lobo…luego de que se transformó en lobo comenzó a aullar y entonces se fue corriendo hacia los bosques'.



Hombres lobos en las culturas europeas




Muchos países y culturas europeas tienen historias de hombres lobo, incluyendo a Francia (loup-garou), Albania (oik), Grecia (lycanthropos), España, México (hombres lobo), Bulgaria (valkolak), Turquía (kurtadam), República Checha/Eslovaquia (vlkodlak), Serbia/Montenegro/Bosnia (vukodlak), Rusia (vourdalak), Ucrania (vovkulak (a), vurdalak(a), vovkun), Croacia (vukodlak), Polonia (wilkolak), Rumania (varcolac, priculici), Macedonia (vrkolak), Escocia (werefolf, wulver), Inglaterra (werefolf), Irlanda (faoladh o conriocht), Alemania (werfolf), Holanda (weerwolf), Dinamarca/Suecia/Noruega (varulv), Noruega/Groenlandia (kveld-ulf, varúlfur), Galicia (lobisón), Portugal/Brasil (lobisomem), Lituania(vilkolakis y vilkatlakis), Letonia (vilkatis y vilkacis), Andorra (home llop), Hungría (vérfarkas y farkasember), Estonia (libahunt), Finlandia (ihmissusi y vironsusi), e Italia (lupo mannaro). En Europa del norte también ha historias acerca de gente que se transforma en animales como osos así como lobos.




Los hombres lobo en la tradición europea a veces eran pueblerinos inocentes y temerosos de Dios que sufrían por la hechicería de otros, o simplemente por un destino desafortunado, y quienes, como lobos, se comportaban de manera muy conmovedora al proteger a sus benefactores humanos. En el poema de Marie de Francia Bisclavret (aprox. 1200), el noble Bizuneh, por razones no explicitadas en la obra, se transformaba en lobo cada semana. Cuando su traidora esposa robó la vestimenta que necesitaba para volver a su forma humana, tuvo que escapar de la persecución del rey y pedirle misericordia para luego terminar siendo su compañero. Su comportamiento en la corte era tan gentil que cuando su esposa y su nuevo marido aparecieron en la corte, su violento ataque hacia la pareja fue considerado justo, y entonces la verdad fue revelada. Otras historias de este estilo incluyen a William y el Hombre Lobo (traducido del francés al inglés cerca del 1350), el cuento de hadas alemán Marchen, en el cual varios aristócratas son transformados temporalmente en bestias. Las leyendas de ulfhednar mencionadas en la saga Vatnsdoela, Haraldskvaeoi, y la saga Volsunga encuentran semejanza con las leyendas de hombres lobo. Los ulfhednar eran soldados parecidos a los bersekers, quienes se disfrazaban con pieles de osos y decían canalizar los espíritus de esos animales para ganar más efectividad en la batalla. Estos guerreros eran muy resistentes al dolor y mataban con crueldad en batalla, como los animales salvajes. Los elfhednar y los bersekers están muy relacionados con el dios nórdico Odín.










En el folclore de Letonia, un vilkacis era alguien que se transformaba en un monstruo con apariencia de lobo, que en ocasiones podía ser benévolo. Otro conjunto de historias tenía que ver con los recolectores de pieles. Los vilkacis y los recolectores tienen probablemente un origen común en la sociedad proto-indoeuropea, en la cual una clase de soldados jóvenes solteros estaban asociados aparentemente con lobos.



Más hombres lobos en las culturas europeas




Según el primer diccionario de serbio moderno (publicado por Vuk Stefanovic-Karadzic en 1818) vukodlak (hombre lobo) y vampir (vampiro) son sinónimos cuyo significado se refiere a un hombre que vuelve desde su tumba con el propósito de tener relaciones con su esposa. El diccionario afirma que este era un cuento folclórico usual. Era común la creencia entre los kashubs y los serbios y eslovenos que habitan en lo que hoy es Polonia del norte, de que si un niño nacía con cabello, marca de nacimiento o una membrana amniótica en su cabeza, se suponía que poseían habilidades de transformación. Aunque capaces de convertirse en cualquier animal que desearan, se solía creer que esas personas preferían convertirse en lobos. Según el folclore armenio, hay mujeres que, como consecuencia de sus pecados mortales, son condenadas a pasar siete años en forma de lobo. En un relato típico, una mujer condenada es visitada por un espíritu con piel de lobo que le ordena que use esa piel, lo que causa que ella entonces adquiera deseos horrorosos de carne humana poco después. La mujer-lobo devoró a cada uno de sus hijos, luego a los de sus familiares en orden de parentesco, y finalmente a los hijos ajenos. Deambula sola por la noche, y las puertas y ventanas se cierran a su paso. Cuando llega la mañana, vuelve a su forma humana y se quita su piel de lobo. La transformación se dice que es involuntaria por lo general, pero hay versiones alternativas que involucran metamorfosis voluntaria.





Hombres lobos en diferentes partes del mundo




El príncipe ruso del siglo XI Vseslav de Polotsk fue considerado hombre lobo, capaz de moverse a velocidades sobrehumanas, como se relata en La Historia de la campaña de Igor: ' Vseslav el príncipe juzgaba a los hombres; como príncipe, gobernaba ciudades; pero de noche se transformaba en lobo. Desde Kiev, merodeaba por Tmutorokan. El camino del Gran Sol, como lobo, merodeando, cruzó. Para él tocaron las campanas de Santa Sofía los maitines temprano en Polotsk; pero escuchó las campanas en Kiev'. Hubo numerosos reportes de ataques de hombres lobo –y juicios en consecuencia- durante el siglo dieciséis en Francia. En algunos de estos casos había evidencia muy clara contra el acusado de asesinato y canibalismo, pero ninguna asociación con lobos; en otros casos, como el de Gilles Garnier en Dole en 1573, hubo evidencia explícita contra lobos pero ninguna contra el acusado. El loup-garou eventualmente cesó de ser visto como un peligro herético y se revirtió hasta llegar a la noción pre-cristiana de 'lobo amigo del hombre'. Los lubins o lupins eran generalmente mujeres y tímidas en contraste con los agresivos loup-garous.




Algunas historias francesas sobre hombres lobos están basadas en eventos documentados. La Bestia de Gévaudan aterrorizó el área de la antigua provincia de Gévaudan, ahora llamada Lozère, en la Francia meridional-central. Entre los años 1764 a 1767, una entidad desconocida mató a más de 80 hombres, mujeres y niños. La criatura fue descrita como un lobo gigante por los sobrevivientes de los ataques, que cesaron luego de la matanza de varios lobos del área. Los lobos aún se encontraban en Inglaterra a fines del 1600, pero se extinguieron hacia 1680. A comienzos del siglo diecisiete la hechicería fue proscrita por James I de Inglaterra, quien consideraba a los 'hombres lobo' como víctimas de alucinaciones inducidas por 'una natural superabundancia de melancolía'. El folclore turco sostiene una visión reverencial de las leyendas sobre hombres lobo, en las que los chamanes asiáticos de Turquía central, luego de ejecutar ritos largos y arduos, se transformaban voluntariamente en el humanoide Kurtadam, que significa literalmente 'Hombre lobo'. Como el lobo era el ancestro animal totémico de los pueblos turcos, ellos tenían gran respeto por cualquier chamán que estuviera en esa forma. Entre las creencia populares de las tierras altas de Etiopía se encuentra el mito de las personas que son capaces de transformarse en hienas a través de la exposición a una maldición o a una asociación explícita con el diablo. Aunque no están ligados con la presencia de la luna llena o de algún otro evento temporal, el mito dice que aquellas personas a menudo realizan la transformación por voluntad propia y a menudo de noche. Los temas están muy relacionados con el fenómeno del mal de ojo, popular en la provincia Gojjam. En la isla caribeña Trinidad, existe la creencia usual de que existe una criatura llamada lagahoo. Se la describe como un cambiador de forma varón, y a menudo dicen verlo en los pueblos.




Maneras de cómo convertirse en hombre lobo




Las leyendas históricas describen una amplia variedad de métodos para convertirse en hombre lobo, uno de los más simples consiste en quitarse la ropa y ponerse un cinturón de piel de lobo, probablemente como sustituto de toda la piel del animal. En otros casos, se frota el cuerpo con un ungüento mágico. También se consideraban modos efectivos de lograr la metamorfosis cuando una persona bebía agua estancada de las huellas del animal en cuestión o si bebía agua de determinados ríos. Olaurs Magnus dice que los hombres lobo letonianos se iniciaban al tomar una copa de cerveza especialmente preparada y repetir una fórmula establecida. Ralston en sus Canciones de los pueblos rusos da una forma de encantamiento todavía familiar en Rusia. Según el folclore ruso, un niño nacido el 24 de Diciembre será un hombre lobo. El folclore y la literatura también cuentan que un hombre lobo puede ser engendrado por dos padres hombres lobo.




En el folclore portugués, brasileño y galiciano, el séptimo hijo es el que se convierte en hombre lobo (lobisomem). En Portugal, la séptima hija se supone que se convertirá en bruja y el séptimo hijo en hombre lobo; el séptimo hijo a menudo recibe el nombre 'Bento' (la forma portuguesa de 'Benedict' que significa 'bendito') ya que se creía que eso evitaba que se convirtiera en hombre lobo más tarde. En Brasil, la séptima hija se convierte en una yegua sin cabeza (tiene fuego en su lugar) llamada 'Mula-sem-cabeça'. La creencia en la maldición del séptimo hijo se expandió tanto en el norte de la Argentina (donde el hombre lobo es llamado lobizón), que los séptimos hijos a menudo eran abandonados, cedidos en adopción, o asesinados. Una ley decretada en 1920 establecía que el presidente de Argentina era el padrino oficial de los séptimos hijos. De esta manera el Estado le otorga al séptimo hijo una medalla de oro en su bautismo y una beca escolar hasta los veinte. Esto terminó efectivamente con los abandonos, pero todavía persiste la tradición por la que el presidente apadrina a los séptimos hijos. En otros casos, la transformación supuestamente era producida por la lealtad satánica a los más odiosos fines, a menudo por el propósito de satisfacer un deseo de carne humana. 'Los hombres lobo, escribe Richard Verstegan (Restitution of decayed intelligence, 1628), son ciertos hechiceros, quienes habiendo untado su cuerpo con un ungüento que hacen con el instinto demoníaco, y poniéndose una faja encantada, no sólo son vistos por otros como lobos, sino que para su propio pensamiento tienen tanto la forma como la naturaleza de los lobos, siempre y cuando usen la faja. Y ellos actúan como lobos reales, merodeando y matando a la mayoría de los criaturas humanas'. Así era la visión sobre la licantropía en el continente europeo cuando Verstegan escribió. El poder de transformar a otros en bestias salvajes fue atribuido no solo a hechiceros malignos, sino también a santos cristianos. Omnes angeli, boni et mali, ex virtute naturali habent potestatem transmutando corpora nostra ('Todos los ángeles, buenos y malos tienen el poder de transmutar nuestros cuerpo') era el dicho de Santo Tomás Aquino. San Patricio se decía que había transformado el rey Vereticus en lobo; San Natalio se supone que maldijo a una familia noble irlandesa cuyos miembros fueron condenados a ser lobos por siete años. En otras historias el agente divino es incluso más directo, mientras que en Rusia, nuevamente, los hombres se supone que se convierten en hombres lobo cuando provocan la ira del demonio. Una notable excepción a la asociación de licantropía con el diablo viene de un poco conocido relato de un hombre llamado Thies. En 1692, en Jurgenburg, Livonia, Thies atestiguó bajo juramento que varios hombres lobo y él eran los Sabuesos de Dios. Afirmaba que eran guerreros que bajaron al infierno para luchar contra brujas y demonios. Sus esfuerzos aseguraron que el demonio y sus seguidores no se llevaran la abundancia de la tierra hacia el infierno. Thies fue muy firme en sus declaraciones, asegurando que los hombres lobo en Alemania y Rusia también habían luchado contra las legiones del demonio en sus propias versiones del infierno, e insistió en que cuando los hombres lobo murieran, sus almas serían bienvenidas en los cielos como regalo por su servicio. Thies fue sentenciado a diez latigazos por idolatría y creencia supersticiosa. A menudo se hace una distinción entre hombres lobos voluntarios e involuntarios. Los primeros generalmente realizan un pacto, usualmente con el demonio, y se transforman en hombres lobo de noche para realizar actos maquiavélicos. Los hombres lobos involuntarios por otra parte, lo son por accidente de nacimiento o salud. En algunas culturas los individuos nacidos durante luna llena o que sufrían de epilepsia eran considerados hombres lobos.



Las vulnerabilidades de los hombres lobos





Los hombres lobos tienen muchas debilidades, de las cuales la más común es la aversión al acónito (una planta que supuestamente crece de hierbas regadas por la saliva de Cerbero cuando Hércules lo sacó del Hades). A diferencia de los vampiros, los hombres lobo no sufren daños de artefactos religiosos como crucifijos y agua bendita. Existieron varios métodos para eliminar a los hombres lobo. El más simple de ellos consistía en un acto de encantamiento (operado sobre uno mismo o sobre la víctima), y otro consistía en la eliminación de la faja o piel del animal. Otras curas posibles podían ser arrodillarse en un lugar durante cien años, ser golpeado tres veces en la frente con un cuchillo, o sacarse al menos tres gotas de sangre. Muchos cuentos europeos incluyen también como cura el acto de tirarle un objeto de hierro al hombre lobo para que revele su forma humana. Es común en la ficción de horror moderna el hecho de convertirse en hombre lobo luego de ser mordido por otro hombre lobo, es decir, por contagio, pero esta forma de transmisión es menos común en la leyenda, junto con otra que dice que uno se puede convertir al ser 'lamido' por un hombre lobo (en este caso la persona continuamente es un hombre lobo pero tiene control total sobre su forma, y no tiene sed de sangre, pero gana fuerza y agilidad).


Licantropía clínica




La licantropía clínica se define como un síndrome psiquiátrico que provoca una alucinación en la persona afectada que hace que crea que es o puede transformarse en un animal. Su nombre está conectado con la condición mítica de la licantropía, una aflicción sobrenatural por la cual las personas dicen que pueden transformarse en lobos. El término therianthropy también se usa a veces para nombrar este tipo de alucinación, aunque no necesariamente tiene que ser un lobo el animal en cuestión.



Síntomas



Las personas afectadas tienen la creencia ilusoria de que se transformaron, o están el proceso de transformarse en otro animal. Esta enfermedad fue asociada con estados alterados de la mente que unen a la psicosis (el estado mental que trastorna la realidad e involucra alucinaciones y delirios) con la transformación que ocurre dentro de la mente del enfermo. Un estudio sobre licantropía del hospital Malean informó de una serie de casos y propuso un criterio de diagnóstico mediante el cual la licantropía pudiera ser reconocida:



Un paciente dice en un momento de lucidez que a veces se siente como si fuera un animal, o que alguna vez se sintió así.




Un paciente se comporta de una manera que se asemeja al comportamiento animal, por ejemplo gime, gruñe o se arrastra.




Según estos criterios, se considera como licantropía clínica a la creencia de una transformación pasada o futura, o al comportamiento que indica que una persona cree que se transformó. Los estudiosos también notaron que a pesar de que la condición parece ser una expresión de psicosis no hay un diagnóstico específico de enfermedad neurológica o mental asociada con las consecuencias de comportamiento.



También parece que la licantropía no se refiere específicamente a la transformación de humano a lobo; una amplia variedad de criaturas forman parte del rango de metamorfosis. Una nota de investigación médica de principios de 2004 lista más de treinta casos publicados de licantropía, de los cuales la minoría poseía temáticas de lobos o perros. Ciertamente, los caninos no son raros, pero la experiencia de transformaciones en hienas, gatos, caballos, pájaros y tigres apareció en varias ocasiones junto con las de sapos, e incluso abejas en algunas instancias. Un estudio de 1989 describe un caso en el que una persona se 'transformó' de humano a perro, a caballo, y finalmente a gato, antes de regresar a existencia humana luego de ser tratado. También hubo informes sobre personas que decían haberse transformado en animales clasificados como 'indeterminados'.

BRUJAS




Son muchas las leyendas y las historias que se cuentan sobre las brujas... verrugas horribles, escobas voladoras, gatos negros que las rondan... hasta oscuros pactos con el Diablo. Se las asocia muy a menudo con maldad y con oscuridad, tal vez porque se las sabe amigas de la luna y de la noche, y lo maligno siempre se ha contrapuesto a la luz, a lo luminoso. Quizá solo fueron mujeres que no adoraron a más dios que la noche o la madre Tierra (¿Quién mejor que ellas conocía las propiedades ocultas de las plantas, regalo de la naturaleza a quien supiera entenderlo?). Y quizás ese paganismo tuvo un precio demasiado alto para muchas...




En las sociedades primitivas, la agricultura y la recolección era terreno de las mujeres. Mientras los hombres salían a cazar, las mujeres aprendieron, primero, a elegir, de entre los que la naturaleza les ofrecía, los alimentos aptos de los que no lo eran. Más tarde, aprenderían que eran capaces de "dominar" este proceso de algún modo, y hacían crecer alimentos por sí mismas. Esto requería una mayor observación de la tierra, de los fenómenos naturales, del clima, las estaciones... un mayor contacto con su entorno (y esto lo seguimos observando en las mujeres a las que luego se llamó brujas).




También, en muchas sociedades antiguas, ha habido cierto temor a la mujer, sobre todo por la incomprensión de algunas de sus capacidades. La mujer engendra vida (por supuesto, tarea imposible sin un hombre) y este mecanismo por el que un bebé nacía del cuerpo de la mujer resultó incomprensible mucho tiempo... y ya se sabe que lo desconocido suele ser amigo del miedo.





PASEANDO POR LA HISTORIA...

Las supuestas brujas fueron perseguidas durante largo tiempo, muchas veces por miedo, otras siendo utilizadas como cabezas de turco, y en algunos momentos de crisis acusar al vecino de brujería llegó a ser una forma rápida y eficaz de librarse de él.




Ya Carlomagno (siglo VIII) ordenó la muerte para quienes provocaban tempestades que estropeaban las cosechas, hacían estéril al ganado o causaban enfermedades a otras personas. El cómo se probaban estas acusaciones no parece muy "científico".



Documentos religiosos anteriores lo que condenaban era creer en brujería, y encomendaban a los sacerdotes la misión de velar por que sus feligreses no cayeran en las ilusiones de Satán, que era quien les hacía ver esos fenómenos inexplicables (como creerse capaces de volar a lomos de bestias salvajes o ver tal cosa). Esto se recoge en el Canon de Episcopi, que parece ser del Concilio de Ancyra, siglo IV. Sin embargo, siglos más tarde, los inquisidores optan por obviar el contenido del Canon, aduciendo que había surgido una nueva secta de verdaderos adoradores de Satán a la que había que combatir. Describían los encuentros nocturnos en los que se aparecía el Diablo en forma de cabra y se llevaban a cabo rituales demoníacos. Llamaban a perseguir a las brujas por herejes y para darles el oportuno castigo. Estábamos a mediados del siglo XV.






¿Miedo real o ficticio? ¿Manipulado o espontáneo? Lo que sabemos es que Europa era asolada por frecuentes epidemias de peste, lo que la situaba en una gran crisis colectiva... la gente asustada suele necesitar un culpable, y suele ser también fácil de manipular...





En 1484 el Papa Inocencio VIII promulga una bula, la Summis desiderantes, en una especie de declaración de guerra abierta contra las brujas, que instigadas por el Maligno, Enemigo de la Humanidad, asesinaban a niños en el vientre de la madre y se daban a los excesos... Probablemente la mención a las muertes de niños se refiera a que, debido a los conocimientos que solían tener una parte de las mujeres sobre hierbas y al mejor conocimiento del cuerpo femenino, ellas eran las que practicaban los abortos cuando se daban. Y en cuanto a los excesos... bien, para la mentalidad de la época, el que un grupo de mujeres se reuniera por las noches para charlar, bailar bajo la luna sin pudor (se cuenta que muchas veces bailaban desnudas) y en fin, divertirse en una especie de comunidad femenina, no debía ser fácil de entender. Y lo que no entendemos o no compartimos lo situamos muy rápidamente en la frontera de excesivo, y entrando en temas religiosos, se tacha de inmoral o pecaminoso. Tal vez mantenían además contactos sexuales entre ellas, tal vez las alusiones al macho cabrío que aparecía sean referencias a varones que las acompañaban a veces...





A partir de ese momento, se designa a los dominicos Kramer y Sprenger como inquisidores encargados de perseguir estas "depravaciones". Estos serían los autores del Maellus maleficarum o Martillo de las maléficas (1486). Se abría la veda para la persecución con todas sus consecuencias, pudiendo recurrir sin problemas a las torturas con tal de lograr confesiones... Aumenta espectacularmente el número de brujas... y es que ante las brutales torturas, quien más quien menos confesaba lo que le pidieran.



No era la primera vez que los teóricos pactos con Satán daban pie a persecuciones. Ya en 1232, el Papa Gregorio IX incluyó este aspecto en sus bulas, acusando a los habitantes de Stedingerland, en Oldemburgo, de pactos con el Maligno que conllevaban toda serie de rituales sexuales con zoofilia incluida, relaciones incestuosas y homosexuales, a las que no dudaba en equiparar y condenar. El desencadenante en este caso fue la negativa de estas gentes a pagar el diezmo al obispo de Bremen... aunque relacionar esto con pactos satánicos parece exagerado...



INQUISICIÓN


Los juicios que se llevaban a cabo por brujería distaban mucho de ser ejemplo de justicia. Para la acusación bastaba la sospecha, no eran necesarias pruebas, no había opción a defensa y las confesiones o delaciones hechas bajo tortura eran usuales y totalmente válidas. Incluso si el sospechoso no confesaba después de ser torturado, esto se interpretaba a veces como un signo más de lo fuerte que era la intervención del Diablo.



Sin embargo, solía darse el caso de que una vez apresada una bruja, aparecían muchas más en la zona... la explicación oficial era que si el Diablo andaba cerca, poseería a cuantas más mejor... pero las acusaciones falsas, una suerte de psicosis colectiva o puede que incluso cierta rebeldía ante la injusticia tal vez fueran causas más reales.




Algunas voces advirtieron de la poca fiabilidad de los procesos inquisitoriales desde dentro. Así, Alonso Salazar y Frías, inquisidor que había tomado parte en el proceso de Logroño de 1610, estableció al hacer la revisión del proceso que la mayoría de las acusaciones eran falsas, y que no se había actuado correctamente. Incluso concluyó que todo había sido un exceso de imaginación por parte de unos y de otros, en parte motivada por los sermones de la Iglesia. El jesuita Friedrich von Spee se pronunció en un sentido parecido, cuando sin negar la existencia de brujas o de intervenciones satánicas, habló de la injusticia que había comprobado en los procesos inquisitoriales. Y otro punto de vista más fue el que aportó el humanista Pedro de Valencia, que hablaba de los aquelarres o reuniones de brujas como de fiestas de gente en busca del placer, todo lo más, bacanales, y que explicaba las supuestas visiones mágicas como ilusiones, efecto de drogas... negando toda intervención del Diablo en ellas.





¿Cuáles eran los crímenes que supuestamente habían cometido estas personas? En la obra "Demonomanía de los brujos" se hace un listado de los mismos entre los que se incluyen renegar de Dios, maldecirlo, rendir homenaje al Demonio, dedicarle sacrificios, ofrecerle hijos antes de que nazcan, matar niños para hacer pócimas con ellos, comer carne humana, profanar cadáveres, beber sangre, envenenamientos, maleficios, provocar la esterilidad del ganado o de los pastos, practicar el incesto y tener prácticas sexuales "aberrantes", y el trato carnal con el Diablo. En algunos casos eran acusados además del crimen de traición al Estado, puesto que supuestamente tenían al Demonio como máxima autoridad, en vez de a su gobierno.






En la práctica, era tan difícil probar la inocencia de uno que miles de mujeres fueron torturadas, quemadas en hogueras, ahorcadas... muy probablemente por miedo, por rencillas personales con algún vecino, por la psicosis colectiva, por ser "raras", o por tener una mente demasiado abierta para la época que vivían, que las hizo sentirse y mostrarse más libres de lo que sus contemporáneos estaban preparados para aceptar.


FANTASMAS




Podríamos definir el término "FANTASMA" como la representación visual, acústica o táctil del cuerpo no físico de una persona fallecida que, por diferentes motivos o circunstancias de su transitar como ser humano por el mundo de la vida, se ve aferrado a la misma bajo otra forma de existencia no física, manifestándose de diferentes formas ante seres humanos (familiares o amigos dependiendo del grado de vinculación entre ellos u otras personas y desconocidas para éste ente) y en determinados lugares dependiendo de la carga psíquica existente para ellos y en ellos.





En la obra Las Fuerzas Físicas de la Mente (Editorial Sal Térrea, 1969), Oscar González Quevedo define el concepto de Fantasmogénesis como "el fenómeno de la producción ectoplásmica de un fantasma, al menos en apariencia entero, de persona, animal o cosa. El fantasma tiene cierta consistencia material, aunque es más o menos tenue, transparente, con poquísimo peso con relación al modelo reproducido. No es necesario decir que ocurrieron fraudes y tentativas de engaño, lo que dio mayor mérito a la comprobación de los fenómenos auténticos. La formación del fantasma es un fenómeno de ideoplastia, plastificación externa de la imagen inconsciente que tiene el médium, y dependiente de éste en todo: peso , materia, movimiento, sensibilidad, etc. Este fenómeno está, por lo tanto, clasificado entre los extra-normales".


Cuando el fallecimiento de un ser se completa, de su cuerpo físico se supone que se desprenden los cuerpos etéreos (cuerpo mental, emocional y espiritual). Estos tres cuerpos que forman una unidad llamada CUERPO ETÉREO forman lo que se denomina el Cuerpo Astral. Se han constatado que tras el fallecimiento de una persona el cuerpo físico pierde (aproximadamente) unos 150 gramos de peso que muchos presuponen que se podría tratar del peso del cuerpo astral. No obstante todo esto no es más que un planteamiento especulativo. Es evidente y también se ha comprobado que esa pérdida de peso es común en todos los fallecidos y, en principio, no se debe a ninguna causa aparentemente explicable (perdida de tejidos, volumen de aire en los pulmones, líquidos o fluidos corporales, etc...)

El cuerpo astral, conformado por el mental, el emocional y el espiritual, tiene la capacidad de "despedirse" de sus seres queridos y de recorrer el mundo físico volando, así como los hechos que experimentó en vida. Una vez que el cuerpo astral hace lo que cree que tenía que hacer (en nuestra vida y en nuestro mundo de Vida), el cuerpo espiritual lo abandona y asciende a la dimensión luminosa que se vislumbra en los viajes astrales y en las experiencias de pre-muerte, dejando atrás al cuerpo mental y al cuerpo emocional. El cuerpo mental y el cuerpo emocional, entonces, conforman el cuerpo de lo que conocemos como fantasma o espíritu desencarnado, y este fantasma, sin la insuflación del espíritu esencial, comienza a desgastarse. El fantasma piensa y recuerda, y se puede manifestar y actuar en nuestro mundo físico a través de un médium, una casa encantada o una persona sensible para cumplir una promesa, para instruir o inspirar a un humano vivo, o para conseguir, a través de los vivos, lo que ya no puede conseguir como muerto.




Pero llega un momento en el que el cuerpo mental se despega del cuerpo emocional, y se reúne con el cuerpo espiritual, ya sea para vivir en el más allá o para renacer en la Tierra, y deja al cuerpo emocional solo. Este cuerpo emocional se convierte, al perder la capacidad de pensar y razonar, en un fantasma emocional, que sólo actúa por deseos y emociones, sin saber qué es lo que hace ni qué es lo que quiere, y, dependiendo de sus emociones, actuará sobre los seres vivos de la Tierra. A veces sólo se dedica a vagar e impresionar a las personas sensibles, pero en otras ocasiones llega a causar verdaderos problemas a los vivos. Este tipo de fantasma es el más común, y a él se debe que las religiones de todos los tiempos hayan considerado seres perversos y malignos. Su tiempo de duración en la Tierra puede ser muy largo si está protegido por una estructura material, como una casa o castillo. Son muy asustadizos y débiles e incluso la indiferencia de los vivos pueden llegar a destruirlos.


El cuerpo emocional está más apegado a la Tierra de los vivos y es que más trabajo le cuesta salir del mismo. Mientras se mantenga viva la llama del recuerdo en un mortal sobre el difunto en cuestión, su cuerpo emocional se mantendrá atado al lugar. Somos los humanos, en gran medida, los culpables de mantenerlos aún junto a nosotros en el recuerdo y bajo otra forma de existencia... La representaciones del cuerpo emocional suelen ser fantasmas tristes y neuróticos, carentes de inteligencia que se encuentran atrapados en un mundo al que no le encuentran la salida... Debemos de tener en cuenta que los fantasmas pueden ser incluso reales sólo por el esfuerzo de nuestra imaginación, o pueden ser producto de nuestras supersticiones, inseguridades e ignorancia.


También pueden estar presentes en nuestras frustraciones, deseos, ansiedades y miedos. Y pueden ser manifestaciones de una zona poco dominada y menos conocida de nuestra mente. Pero por el simple hecho de provenir de nuestras propias regiones internas y psíquicas adquieren proyección, influencia y vida, como cualquiera de las otras cosas que nos suceden, sea cual sea el origen.



TIPOS DE FANTASMAS







GRUPO A- Fantasmas de origen y naturaleza humana, manifestaciones del subconsciente y de los deseos de la persona. Fantasmas, en suma, de creación psíquica humana y otros fenómenos relacionados con el subconsciente más que con la propia muerte.





1.-LOS FANTASMAS COTIDIANOS.


Son simples reflejos deformados de los deseos insatisfechos de los hombres. Este tipo de fantasmas pueden ser conscientes e inconscientes, pero más que pertenecer al campo del más allá, pertenecen al campo de la psicología y de la psiquiatría.




2.-FANTASMAS MENTALES.


Estos fantasmas mentales podrían tener algo en común con la telepatía, pero no operan de la misma forma, ya que en lugar de teletransportar imágenes, palabras o ideas, transportan un reflejo vivido por el propio emisor. Este efecto fantasmal se basaría en la capacidad de las personas de proyectar su imagen voluntaria o involuntariamente a diversos sitios o lugares.






3.-PROYECCIONES MENTALES Y ASTRALES.


No hay que confundir éste fenómeno con los fantasmas. Las proyecciones mentales o astrales las realizan las personas de forma voluntaria o involuntaria, en trance o espontáneamente. La proyección mental estaría más en la línea de los fantasmas, mientras las proyecciones astrales estarían más en una línea liberadora del espíritu por sus implicaciones religiosas o espirituales. En este tipo de proyecciones no hay una manifestación visible o fantasmal apreciables por otras personas. Curiosamente, y quizá para apoyar inconscientemente las teorías de Carl Gustav Jung, los lugares más comunes a todos los viajeros astrales son las dimensiones mitológicas e imaginarias.





Estas tres categorías de "fantasmas" estarían claramente encuadradas dentro de un conjunto de fantasmas creados de forma voluntaria o involuntaria por personas que bajo determinadas circunstancias, estados alterados o trances tienen la facultad de desdoblar su cuerpo o proyectarlo hacía otros lugares o dimensiones.




GRUPO B- Errores de Percepción y fraudes.




1.-ERRORES DE PERCEPCIÓN.




En la mayoría de las ocasiones es el mismo ser humano el que presa de su miedo le lleva a confundir una situación perfectamente natural y coherente para convertirla en algo sobrenatural y fantasmal. Todo ello ocurre debido a que el ser humano se siente atraído por lo paranormal y sobrenatural pero a su vez tiene un miedo sobre medido y visceral a todo éste fenómeno y aún más a todo aquello relacionado con la muerte... Los errores perceptivos son parte de toda investigación y actividad paranormal y los investigadores de lo paranormal ya estamos acostumbrados a vivir con el error y con el miedo de los implicados en un caso paranormal, fantasmal o ufológico.





2.-FRAUDES.



Lamentablemente el fraude es un fenómeno demasiado habitual en el mundo paranormal. A medida que el hombre ha crecido intelectualmente y tecnológicamente se ha progresado en la rama investigativa de estos fenómenos y también se ha crecido en la posibilidad de crear fraudes con diferentes fines para su creador. Es fraude es una estafa latente en el mundo paranormal que ocupa desde inteligentes montajes "fantasmales" con imágenes y sonido hasta las ya populares y trucadas fotografías de espíritus, fantasmas y otros seres con añoranza vital. Los fantasmas fotografiados, cuando no se trata de trucos ni de fallos de la cámara, han resultado ser impresiones lumínicas nitrogenadas, es decir, que más que fantasmas con vida e independencia de movimientos, vienen a ser una especie de fotografías que se han quedado marcadas no en un papel ni en una película, sino en el ambiente húmedo y poco ventilado: un trozo de atmósfera, pared o cortina, que ha recogido la impresión adrenalínica que dejó ahí una persona viva, y no un muerto...
Las psicofonías (grabación de las supuestas voces del más allá en una cinta magnetofónica) han llegado a grabar verdaderas conversaciones de fantasmas y del más allá, pero en la mayoría de los casos las tomadas en un mismo lugar no hacen otra cosa que repetirse. En muchos casos, los esfuerzos de los auténticos investigadores psicofónicos y los dedicados a la Transcomunicación Instrumental ven arruinados sus esfuerzos debido, en gran parte, al daño ocasionado por todas estas actividades fraudulentas que imitan los resultados de las verdaderas experiencias transcomunicativas y que al final se descubre su naturaleza...


Ante el ánimo de los creyentes, los científicos se han encargado de aguar la fiesta diciendo que las ondas sonoras, precisamente, son las que más permanecen atadas a la Tierra, y que sus psicofonías no son nada si se comparan con las primeras emisiones de radio, cuyas ondas originales siguen rebotando en la atmósfera de este planeta... Las psicoimágenes (grabación de rostros e imágenes del más allá bajo soporte visual) son imágenes curiosas en la pantalla de un televisor que está siendo grabada en su emisión de canal libre por una cámara de vídeo bajo unas determinadas circunstancias y condiciones, hay que reconocer que dichas imágenes son demasiado estáticas, generalmente casuales, manipuladas o "verdaderos fantasmas" de las ondas de radio y televisión que se estaban emitiendo a la hora de realizar la experiencia.



Evidentemente la tecnología ha crecido y ha progresado para ayudar al investigador a desenmascarar los perjudiciales -para el mundo paranormal y ufológico- fraudes y montajes. Pero cuidado, igual que nos ayuda en nuestra ardua tarea de desenmarañar esos fraudes, ayuda a otros a crearlos con la misma perfección y virtuosismo...




GRUPO C- Fantasmas. Manifestaciones de los fallecidos.





1.-LOS TRANSLÚCIDOS.



Estos espíritus son voladores y se puede ver, prácticamente, a través de ellos. Unos son feos y desagradables, mientras que otros tienen hermosas facciones y voz dulce. En este grupo se encuadran aquellos que metamorfean su carácter en un instante, pasando de ser bondadosos a malhumorados y viceversa. Son muy pesados e insistentes así como burlones y traviesos. Se manifiestan principalmente en cementerios, casas viejas, museos, bibliotecas, castillos y en lugares retirados como casa de campo o viejos caseríos rurales. No suelen mostrar el tren inferior de su "cuerpo" y no se les debe tener miedo. Tienen algo que comunicarnos y por ello se nos manifiestan, no son muy dados a entrar en contacto con los seres humanos pero el contenido de su mensaje así lo requiere.



2.-DE APARIENCIA SÓLIDA Y HUMANA O SEMIHUMANA.



Este tipo de fantasmas tienen una apariencia totalmente humana o casi humana a no ser por deslizarse en lugar de caminar y atravesar los objetos sólidos. A este tipo de fantasmas les gusta la notoriedad y el virtuosismo lingüístico. Le gustan las "ropas" vaporosas y ser reconocidos como seres superiores (a veces confundidos con ángeles pero que esconden ocultas y malas intenciones). Se manifiestan o aparecen en iglesias, manantiales y lugares bucólicos y playas. Los de apariencia semihumana no suelen aparecerse muy a menudo. Son serios y contundentes en sus manifestaciones.




3.-SOMBRAS.


Tienen la particularidad de cambiar la temperatura el lugar donde se aparecen. Se alimentan del miedo humano. Son prácticamente una silueta o un recorte fotográfico o de papel. Rara vez muestran sus facciones o rostro y suelen ir en grupos. Se aparecen en lugares donde la muerte está cercana y frecuentemente recuerdan a familiares fallecidos o de la persona que va a morir. Su presencia es notada por los animales domésticos que reaccionan llorosos y asustados. Las sombras tienen la virtud de enturbiar el ambiente y, aunque la gente no las vea, es muy raro que no las sienta o que no las presienta.



4.-INVISIBLES.


Se manifiestan por medio de la voz o el tacto y no quieren ser vistos ya que recurren a la invisibilidad para comunicarse. Son espíritus benéficos y quieren ayudar desinteresadamente a los hombres. Se comunican con claridad y su voz es sosegada e inspira confianza. Su presencia se nota por una caricia de escalofrío. También se comunican con nosotros a través del teléfono, radio, televisión o en vivo y de la nada...




5.-DE APARIENCIA SÓLIDA ANIMAL O MITOLÓGICA.



Son espíritus burlones y traviesos. Sus manifestaciones van desde seres entrañables y bondadosos hasta seres malvados y diabólicos. Son prácticamente físicos y en algún caso les daña la luz.

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Suena todo esto un poco a coincidencia?...










Aquí va:




La fecha del ataque: 9/11 (9 + 1 + 1 = 11)




De septiembre el 11 es el 254vo día del año: 2 + 5 + 4 = 11




Después del 11 de Septiembre hay 111 días hasta el final del año.




119 es el código de área de Iraq/Iran: 1 + 1 + 9 = 11




Torres gemelas - al mirarlas parado de lado a lado, parecían el número 11




El primer avión en golpear las torres era el vuelo 11




El Estado de Nueva York, es el Estado 11 de USA




Suma las letras de New York City - 11 Letras




Afghanistán - 11 Letras




El Pentágono - 11 Letras




Ramzi Yousef - 11 Letras (el capullo que puso las bombas en el WTC en 1993).




Vuelo 11 - 92 a bordo (9 + 2 = 11)




Vuelo 77 - 65 a bordo (6 + 5 = 11)


LEYENDAS URBANAS

Hoy empezamos con un nuevo tema...

Las leyendas urbanas son relatos pertenecientes al folclore contemporáneo que, pese a contener elementos sobrenaturales o inverosímiles, se presentan como crónica de hechos reales sucedidos en la actualidad. Circulan a través del boca a boca, los medios de comunicación y la Red. Una misma leyenda urbana puede llegar a tener infinidad de versiones, situadas generalmente en el entorno de aquellos que las narran y reciben. Por su adecuación a la sociedad industrial y al mundo moderno reciben el calificativo de "urbanas", que las opone a aquellas leyendas que, habiendo sido objeto de creencia en el pasado, han perdido su vigencia y se identifican con épocas pasadas. A menudo, el narrador presenta a los protagonistas de una leyenda urbana como conocidos o parientes de alguna persona cercana (por lo que se las conoce también como "historias de un amigo de un amigo").







El término fue acuñado por el folclorista estadounidense Richard Dorson, quien definía leyenda urbana como una historia moderna "que nunca ha sucedido, contada como si fuera cierta". Las historias en cuestión reciben diversas denominaciones por parte de quienes las usan y difunden: en Cuba, por ejemplo, se les conoce como bolas o cuentos de camino. En Colombia se les llama simplemente cuentos. Entre los mismos estudiosos, no falta quien prefiere catalogarlas como leyendas a secas, considerando que su función sigue siendo la propia de este género.







El rasgo más importante de las leyendas urbanas es su carácter internacional: la historia del submarinista que es recogido accidentalmente por una avioneta contra incendios y la cual lo deja caer sobre el fuego causando su muerte, se cuenta con mínimas variaciones en su estructura en ciudades o "lugares", de América del Norte, Europa y Australia, por citar sólo algunos sitios por donde circula esta leyenda.







En cuanto al origen preciso de una leyenda urbana es prácticamente imposible de puntualizar, pues en algún sentido, aquel que cuenta que le contaron un "suceso extraño" pasa a convertirse en el primero que lo cuenta, como si se apropiase de la historia y la hiciera suya, cuando en realidad quizá ya haya tomado forma de creencia popular y tenga tiempo de haber sido divulgada. A lo mucho se especula sobre su aparición. Muchas de estas leyendas tienen nacimiento en distintos puntos de la geografía mundial, y pueden encontrarse bajo un nombre diferente o una versión de los hechos un poco distinta, dependiendo de las creencias del lugar en que se ubiquen, pero en resumen y en esencia seguirá siendo la misma. Esto tiene sus mejores ejemplos en la mitología del licántropo o de los vampiros, cuando "una" de las posibles explicaciones del primer caso pueda darse de la manera más sencilla y lógica, ahora con los adelantos médicos: el Síndrome del Hombre Lobo, conocido científicamente como Hipertricosis Universal Congénita, es una muy rara enfermedad que ocasiona el crecimiento desmesurado y continuo del cabello en el hombre en todo el cuerpo. Si pensamos que desde la Edad Media y es posible que desde mucho antes, sólo se tienen registrados aproximadamente 50 casos de esta anomalía, pues no resulta descabellado concluir que para un aldeano de aquellos tiempo descubrir una persona con esa condición le pareciera un lobo, es decir, un hombre lobo, el cual a través de cientos de años ha terminado por ser un ícono de la mercadotecnia. Sin hacer a un lado los horrores y prejuicios a los que habrán sometido a este tipo de persona, a veces la realidad supera con creces a la ficción. Una leyenda más actual sería la del Chupacabras, animal nocturno casi demoniaco que succionaba la sangre de animales de granja, mismo que se desprende de la leyenda clásica de los vampiros, y el cual no sería de sorprender que tuviera su origen en un simple gato montés o un chacal, o incluso haya sido creado en la mente de un muy ingenioso publicista.







Pero concretamente, en los ambientes urbanos las leyendas pueden poseer un origen más oscuro: el hombre que antes repartía caramelos envenenados a la puerta del colegio, hoy ofrece droga. Tienen una estructura más compleja (planteamiento, nudo y desenlace) que el chisme o cotilleo, además de que no tienen como fin, como aquellos, desacreditar a una persona en concreto, sea famosa o no, sino que abordan una "problemática" que afecta a un número más amplio de personas. Los chismes son frecuentemente hechos inventados con el fin de desmeritar o dañar el prestigio de determinada persona o sociedad, mismos que se dan a conocer en las comidas, discursos públicos o entrevistas de personajes eminentes, a través de situaciones embarazosas. Por lo común, y a diferencia de los rumores y bulos, las leyendas urbanas se apoyan en una trama urdida meticulosamente en función del desenlace, que se condensa en una viñeta violentamente gráfica, a veces redondeada por un pequeño epílogo.







La leyenda urbana suele contarse como si fuera un suceso verdadero o, en su defecto, como noticia ambigua, que muy bien podrían haber ocurrido alguna vez. Ello exige que los personajes sean meros arquetipos anónimos, "un hombre", "una mujer", "una pareja" o "un conocido de un amigo", el cual el narrador de la leyenda urbana no conoce personalmente, aunque situados siempre en escenarios concretos (una determinada ciudad, calle, país) para reforzar el realismo de un argumento que depende íntegramente del grado de verosimilitud de los detalles.

La acción contada por la historia generalmente se sitúa en un pasado impreciso pero inmediato, y el narrador suele aludir a fuentes de información "fiables" para conferir una aparente solidez a los puntos débiles de su historia. La más socorrida de dichas fuentes es el quimérico "amigo de un amigo", inevitable protagonista de la historia y último eslabón de una cadena sin fin.

De Catalina II de Rusia se dice que murió al ser penetrada por un caballo.Aunque algunas de las leyendas urbanas tienen su principal fundamento en creencias religiosas, mitológicas o paranormales, la mayoría de ellas nacen puramente de hechos cotidianos y actuales. Aunque se conocen desde el siglo XIX, en los dos últimos ha tomado un gran impulso su difusión y creación, gracias al llamado fenómeno del Netlore (Net- de Internet. -Lore de Folklore). Un fenómeno que los medios de comunicación actuales crean con el rápido esparcimiento de las leyendas.

Una leyenda urbana puede ser cierta, es decir, estar fundada en un hecho que tuvo lugar, pero adquiere su condición por los acontecimientos poco usuales que le rodean y que suelen ser ficticios: Walt Disney temía a los ratones. Pero también puede contener falsos datos nacidos a partir de hechos inventados: Walt Disney World estaría construido sobre un cementerio indígena, o que Walt Disney habría sido congelado, o exagerados debido a alguna característica peculiar: El nombre de la droga L.S.D. habría inspirado el título de una canción de The Beatles, "Lucy in the Sky with Diamonds".


Muchas leyendas son indeterminables en cuanto a su calidad de verdadero o falso: Sigmund Freud abusaba de la marihuana y temía a los helechos. El mecanismo para que una leyenda urbana sea creíble es el mismo que cualquier noticia; de hecho, no hay diferencias sustanciales. Los sucesos se narran lo suficientemente bien, de modo que la leyenda tenga acción, ritmo, suspenso y sea cómplice. Si además se le añaden elementos violentos, como accidentes, con consecuencias mortales o físicos, la leyenda urbana impresiona más, creando a través de ella un aire de superstición, temor infundado y recelo contra los protagonistas de la historia.


jueves, 20 de noviembre de 2008